La RAE define los gestos como aquellos movimientos con los que se expresan diversos afectos del ánimo. Pero tenemos que ir mas allá y entender que es importante que aquello que decimos con nuestro cuerpo debe corresponderse con nuestro mensaje verbal. Los gestos adquieren personalidad y significados propios.
Muchas veces la gesticulación debe reducirse al mínimo para utilizarla solo como complemento de lo que se cuenta, es decir, para enfatizar ciertos puntos y no debe distraer al otro sobre lo que estamos contando.
En una entrevista de trabajo hemos visto en entradas anteriores cuestiones importantes como el Currículum Vitae y la Carta de Presentación y no menos importante es la comunicación gestual que será valorado por el entrevistador igual que el lenguaje verbal.
Posturas al sentarnos, movimientos de cabeza, manos, ojos y nariz entre otros, comunican un sin fin de significados y debemos controlarlo en situaciones como una entrevista laboral. Debemos mantener una postura correcta y no incómoda, mirar a los ojos al entrevistador para inspirar confianza y evitar frotarnos los ojos o dar un toque ligero en la nariz para no demostrar dudas, mentiras o rechazo de una idea.
En la comunicación no verbal no todos son gestos, también cuentan otros factores no menos importantes tales como el olor, el vestuario, el tacto y la música que son parte del entorno comunicacional. El lenguaje gestual y corporal habla por nosotros y debemos controlarlo igual que aquello que decimos verbalmente. ¡Que no se nos olvide!
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